Es curioso que mientras la naturaleza  despierta  con mucha fuerza  a una nueva vida, en algunas personas  este nuevo comienzo  provoca cansancio, dificultad para concentrarse, irritabilidad o incluso tristeza.

 Es normal que esto suceda durante las primeras semanas,  todo  se mueve con más intensidad y se necesita un período de ajuste a tantos estímulos nuevos después del invierno.

Las causas que originan esta sensación de fatiga y letargo  son varias y diversas y tienen que ver fundamentalmente con  todo lo que la primavera mueve y agita a nuestro alrededor:

•  Aumento de las horas de  luz:  esta realidad física  provoca  cambios e influye sobre el equilibrio de nuestras hormonas, sobre la circulación sanguínea y sobre nuestro metabolismo. Son procesos temporales de adaptación que requieren  de un extra de energía.
• Cambios en las hormonas: sabemos que controlan muchos procesos  esenciales, a partir de los cambios ambientales también cambian e influyen en el sueño ( melatonina), en la energía vital , el hambre, o el estado de ánimo . Dormir lo suficiente  y hacer ejercicio es una de las mejores terapias para regularlas naturalmente en este período.
•  Disminución de los niveles  de oxígeno que provoca una ralentización de las funciones orgánicas y la circulación sanguínea generando cansancio y desconcentración.  Salimos de una situación de hibernación y necesitamos pasar más tiempo  en movimiento y al aire libre para mejorar la oxigenación corporal.
•  Debilitamiento  del sistema inmunitario  que se traduce en  cansancio o desánimo. La rapidez para superarlo  dependerá del trabajo que haya realizado durante el invierno y del tono físico general con el que comenzamos esta transición. 
• Sensibilidad aumentada del higado y la vesicula biliar: para la Medicina Tradicional China;   son  los órganos que rigen la primavera y los encargados de gestionar las toxinas y  promover la limpieza.  El hígado también se puede sentir en nuestras emociones, su sobrecarga o merma la  notamos  en una mayor irritabilidad e ira  o decaimiento. La tensión en el cuello y los hombros o  las molestias digestivas dan cuenta  de un desequilibrio.

ESTABLECE UNAS RUTINAS PARA DISFRUTAR DEL BUEN TIEMPO:

• Descansa más.  
• Come alimentos frescos y de esta temporada.
• Haz un poco de ayuno un día a la semana a base de líquidos o verduras. La primavera parece ser el mejor momento para una limpieza profunda
• Relativiza los problemas o enfréntate a ellos, es un excelente momento.
• Toma baños de sol para recuperar energía y vitamina D
• Haz  caminatas diarias, para oxigenarte y favorecer el buen sueño.
• Hidrátate lo suficiente, aumenta el volumen sanguíneo y ayuda a arrastrar toxinas.

SUPLEMENTACIÓN

Los suplementos  de hierbas y hongos adaptógenos  trabajan en cada uno de los ámbitos que causan astenia primaveral. Promueven la desintoxicación hepática, mejoran el estado de ánimo, te ayudan a recuperar energía y refuerzan el sistema inmune.

Nuestro "Elixir Energy" posee una sinergia que distribuye sus beneficios  de manera específica en las necesidades que tiene nuestro cuerpo.